Todos los «dispositivos» mencionados en el título son artilugios para experimentar la realidad virtual (¿qué es la realidad virtual?). En cualquiera de los casos el resultado es el mismo; pondremos algo frente a nuestros ojos que nos sumergirá en un mundo virtual, pudiendo ser éste un entorno en 3D (como un juego) o un entorno real filmado en 360 grados.
Entonces, ¿qué diferencias hay?
Oculus Rift
El Oculus Rift es el primer dispositivo que populariza ésta tecnología. Iniciado como un start-up y posteriormente comprado por Facebook en 2014 consta de un casco con diferentes sensores, controles, pantallas y lentes que permite visualizar el contenido de realidad virtual deseado. El contenido es provisto desde una computadora, generalmente de alta gama, que será la encargada de procesarlo y transmitirlo a través de las pequeñas pantallas del dispositivo.
A lo largo del tiempo el Oculus Rift fue mejorando en características técnicas llegando a su última versión – que será lanzada para el consumo masivo en 2016 – con una muy buena calidad de imagen y sonido integrado.
Samsung Gear
Que «Samsung» figure en su nombre puede darnos la primer pista, y es que la mayor diferencia radica en que este artilugio funciona con un celular, en lugar de una PC. Eso significa que no es mucho más que una «carcasa» (aunque no del todo económica), que puede contener ciertos modelos específicos de teléfonos Samsung (como el Samsung Galaxy S6). En éste caso se utiliza la pantalla del smartphone y todos sus sensores en lugar de contar con sensores o pantallas directamente en el dispositivo.
La calidad de imagen e inmersión sigue siendo excelente porque las pantallas de los modelos de celulares soportados son de buena densidad de pixeles y los sensores son de gran precisión.
Como ventaja respecto del Oculus Rift tenemos la portabilidad y la libertad de no tener cables que vayan del dispositivo a una PC.
Como desventaja, la capacidad de procesamiento es menor a la de una computadora de alta gama por lo que los contenidos deberán ser más livianos para que corran fluidamente.
Google Cardboard
Aquí puso el pié Google y – como es su costumbre – hizo el «dispositivo» de cartón y puso la realidad virtual al alcance de cualquiera (que tuviese cartón). Como su nombre indica, Google Cardboard es, ni más ni menos que algo similar a un Samsung Gear pero de cartón.
Funciona también utilizando los sensores de tu smartphone y su pantalla para generar la experiencia de realidad virtual.
Como ventajas podemos mencionar varias y algunas evidentes;
- Es extremadamente económico. El costo es cartón y dos pequeños lentes (similares a una lupa) que ajustan el foco de nuestra vista.
- Funciona con cualquier modelo de celular, de cualquier marca, que cuente con los sensores necesarios (giroscopio, acelerómetro y brújula básicamente).
- Debido a su bajo costo puede convertirse en un elemento de merchandising.
- Dado que es cartón, es posible personalizar toda su superficie como si se tratara de un packaging.
- Es posible fabricarlo en diferentes materiales que, por ejemplo, sean más resistentes o estéticos.
Desde ya, no todo es positivo y hay desventajas;
- La calidad de imagen va a ser drásticamente alterada por la pantalla del smartphone usado – ya que aquí podemos usar smartphones de menor calidad que los permitidos en los Samsung Gear. También se verá afectada por los lentes que utilicemos.
- La inmersión es mucho menor ya que el cartón deja entrar luz y no se «pega» a la cara del usuario. Ésto se puede mejorar incorporando goma espuma en los lugares que hacen contacto con el rostro.
- El cartón se arruina rápidamente con el uso. También es posible mejorar ésto si se utiliza otro material o si se imprime el cartón ocultando así las manchas que sufrirá el cartón propias del contacto con los aceites naturales de la piel.
¿Y cuál debería usar?
La respuesta va a depender en un cien por ciento de las circunstancias. Algunos ejemplos;
- Si querés probar de forma casera una primera experiencia de realidad virtual, Google Cardboard es la opción.
- Si vas a realizar un evento en una instalación fija, Oculus Rift (si el contenido requiere poder de procesamiento) o Samsung Gear (si el contenido es liviano).
- Si vas a exponer realidad virtual en un lugar en el que necesites movilizarte con el dispositivo para mostrarlo, Samsung Gear.
- Si tenés un contenido de realidad virtual (una aplicación móvil o un video 360 en YouTube) y querés que tus clientes lo disfruten en sus casas, podés regalar Google Cardboards.
En pocas palabras, lo bueno aquí es que las opciones son variadas en cuanto a calidades, experiencias y precios, permitiendo en mayor o menor medida, democratizar esta tecnología.
Dato de color: El dispositivo que se ve en la foto de este artículo es un antiguo equipo de realidad virtual utilizado por la NASA.